El día a día de la escoleta
"La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle." Maria Montessori
Cómo trabajamos
El espacio de Niu está creado y organizado de tal forma que fomente el libre movimiento de los niños. Así pues, trabajamos por espacios y/o ambientes donde cada niño puede decidir cuándo y dónde jugar según su etapa evolutiva o sus necesidades inmediatas.
Las ratios son bajísimas. Aceptamos un máximo de 12 niños en el espacio con una posible ampliación de 18 niños de los cuales cada educador/a tendrá un máximo de 6 niños.
Sin embargo, trabajamos con diferentes pedagogías como Pikler, Montessori o Waldorf y siempre con una mirada viva y siguiendo una crianza respetuosa.
El día en la escoleta
Los más pequeños de casa no entienden de horas y días de la semana. El ritmo y las rutinas permiten a los niños anticiparse y prepararse para lo que vendrá a continuación para poder disfrutar del momento presente sin angustia.
Sin embargo, respetamos en todo momento las decisiones de los niños y su desarrollo, por tanto, los horarios pueden variar según sus necesidades e intereses del día.
Durante la semana podrán encontrar actividades programadas y propuestas que no sean obligatorias. Cada niño decidirá en todo momento si desea añadirse o si quiere continuar con su juego. Los martes llevaremos a cabo el obrador de pan, el jueves encontrarán una actividad sensorial o de experimentación y el viernes se hará arte.
9:00 a 9:45 - Llegada
Entre las 9 h y las 10 h de la mañana los niños entran en la escoleta acompañados de sus familias. De esta forma, favorecemos las entradas relajadas y las recibidas sin angustias. Las despedidas se realizan de forma escalonada para garantizar la atención a aquellos niños que necesiten unos brazos mientras el resto juegan a juego libre.
9:45 a 10:00 - Buenos días
Una vez que las familias se han ido de la escoleta, nos juntamos todos en círculo para hacer el buen día. Explicamos el cuento del buen día y nos decimos buenos días a todos y todas. Hacer este ritual cada mañana ayuda a los niños a establecerse en el presente y tomar conciencia de dónde están y con quiénes están, sean compañeros y compañeras como con adultos.
10:00 a 10:30 - Desayuno
Después del buen día, se ofrecerá a los niños el desayuno. Sentarse todos y todas en la mesa, compartiendo y disfrutando del desayuno es un momento perfecto para trabajar la autonomía y las relaciones sociales entre los compañeros y compañeras. Sin embargo, no se obligará a ningún niño a dejar su juego para venir a desayunar, ellos mismos pueden escoger en qué momento dejar de jugar y acercarse a la mesa para comerse lo que lleve en la fiambrera. También, siempre tendrán a su disposición algo de fruta por si les apetece en cualquier momento.
10:30 a 11:45 - juego libre/propuesta
Ya llenos de energía, los niños podrán escoger si jugar dentro de la escoleta, fuera en el parque o con alguna de nuestras propuestas de juego.
10:30 a 11:45 - juego libre/propuesta
Ya llenos de energía, los niños podrán escoger si jugar dentro de la escoleta, fuera en el parque o con alguna de nuestras propuestas de juego.
11:45 a 12:00 - Lavamos manos
En la escoleta damos mucha importancia a la higiene personal. Así pues, la rutina de lavar manos antes y después de comer es primordial en nuestro día a día. Aprovechamos este momento para trabajar la autonomía, la motricidad fina y el autoconocimiento de su propio cuerpo.
12:00 a 13:30 - Almuerzo
¡Con las manos bien limpias nos disponemos a comer! Cada niño, si ya tiene la capacidad para hacerlo, podrá tomar un plato y los utensilios que necesite y sentarse donde quiera de forma autónoma en la mesa. Cada niño decidirá cuándo quiere empezar a comer pero intentado siempre compartir el momento todos y todas juntas.
13.30 a 15:00 - Siesta
Los niños que lo necesiten, podrán ir a descansar a la habitación o zona de descanso para disfrutar de una siesta reparadora. Los que no quieran hacer siesta, podrán seguir jugando.
15:00 a 16:00 – juego libre y salida
¡Llegado el momento de despedirnos hasta el día siguiente! Las familias pueden entrar de forma escalonada en el espacio y dedicar el tiempo necesario para despedirse, respetando en todo momento los ritmos de cada pequeño y pequeña.